Los dibujos infantiles son muy importantes para el desarrollo del niño, son la expresión del niño en su integridad, mediante ellos puede expresar su capacidad intelectual, su desarrollo físico, la propia creatividad del niño, su gusto en cuanto a estética y, además, también pueden intervenir en su desarrollo social.
Las etapas gráfico-plásticas de los niños son las siguientes:
1- La etapa del garabato (2 a 4 años).
En la esta etapa podemos distinguir: el garabato sin control, el garabato controlado y el garabato con nombre.
• Garabato sin control: en torno al año y medio aproximadamente, el niño mueve el brazo por todo el papel de adelante hacia los lados o hacia atrás sin mirar el papel en ocasiones.
• Garabato controlado: el niño, tras 6 meses de haber comenzado a garabatear, se da cuenta de que su ojo guía su mano y la trayectoria que ésta haga con las pinturas en este caso. Es una etapa muy significativa. Además, el niño comienza a expresar dibujos con cerramientos en las formas e incluso cruces.
• Garabato con nombre: se da alrededor de los tres años y medio. Ya es patente la creatividad y la presencia de grafismos. Es una etapa muy importante.
Durante la etapa del garabato (incluidas las tres “subtapas”) los materiales aconsejados son lápices y pinturas grandes o de pastel y hojas grandes.
2- Etapa preesquemática (4 a 7 años).
Durante esta etapa desaparecen los garabatos y el niño comienza a intentar las representaciones.
No dibuja lo que ve y lo muestra en el papel, el niño dibuja lo que sabe y lo refleja después en el papel.
En esta etapa parece también el renacuajo, dibujos en los que la parte más clara es la cabeza y las extremidades son de “inferior importancia”, no hay relación entre las proporciones y el color a veces no se corresponde con la realidad.
Hay egocentrismo y los dibujos “flotan”, no están situados en ninguna superficie concreta.
3- Etapa esquemática (7 a 9 años).
Comienza a dibujar a los personajes de su dibujo en hilera, aparecen también ciertas variaciones en las figuras humanas y además ya hay una superficie sobre la que están los personajes y representa el cielo.
Ya establece relaciones entre color y objeto y hace una representación espacio-temporal.
4- Etapa realista (9 a 11 años).
El niño ya es consciente de pertenecer a un grupo y tiene cierta obsesión por la representación en movimiento. Además, descubre la superposición y adquiere mayor sensibilidad con el medio ambiente. Objetiviza las formas, añade detalles significativos de los personajes y los propios simbólicos de cada sexo.
5- Etapa pseudonaturalista (11 a 13 años).
Comienza a percibirse la crisis de la adolescencia. Ya es una actividad razonada y no espontánea y va evolucionando al naturalismo. Representa el espacio en sus cualidades tridimensionales.
Tienden a ser dibujos en los que se exagera los detalles sexuales y hay cierta tendencia también a la caricatura. Tiene una capacidad de autocrítica y pone su empeño al hacer el dibujo en un determinado resultado que se espera.
6- El período de la decisión (13 a 17 años).
Se perfilan los dos tipos de expresión artística:
• Visual u objetiva: El niño piensa en términos de imágenes visuales y se relaciona con el medio a través de los ojos.
• Emocional o subjetivo: Expresa sus emociones y sentimientos, tiende a las exageraciones. Sus dibujos no forman parte de un conjunto homogéneo.
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