Sin duda es un gran documental, se persigue una idea perfecta que a pesar de que parece estar lejos puede estar más cerca de lo que parece, no obstante, para alcanzarla debemos colaborar todos.
No me voy a centrar en hacer un resumen de ella ya que creo que quién quiera saber de qué va debe verla entera y sacar sus conclusiones, ya que un resumen, por muy objetivo que sea puede omitir matices que para otros es algo fundamental, y en este caso no podemos permitirnos perder matices. Debemos empaparnos de las experiencias y sacar nuestras propias conclusiones, sin mediación de nadie, conclusiones individuales.
Entonces...¿Qué quiero hacer en esta entrada?
QUIERO REFLEXIONAR e invito a que todos lo hagáis, me encantaría tener con más gente en común mis reflexiones a cerca de este vídeo. Así, he concluido que tras ver tantos enfoques debemos pararnos a pensar en algo fundamental... la sociedad. Me encanta el hecho que ya de entrada se observe, que se invita a divulgar el vídeo por tantos sitios por donde se pueda sin penalizaciones de cárcel, económicas o demás por plagio. Eso ya es un gran paso al cambio.
Vuelvo a lo que yo considero fundamental: la sociedad. La sociedad debe ser partícipe activa en la educación ya que el entorno sociocultural es definitivo en una gran parte del desarrollo de los niños, por eso me encanta la invitación a divulgar el vídeo. Muy probablemente, la población que sea testigo de documentales como éste sea minoritaria, sea una población relacionada con este mundo, nuestro mundo educativo y es la primera barrera que debemos romper, si queremos cambios debemos informar bien al resto de la sociedad, debemos re-educar a la sociedad en este sentido, ya que son víctimas de este sistema rígido educativo que poseemos. Cierto es, que no todo está mal y por eso debemos mirar al pasado sin temor, no debemos olvidarlo ni censurarlo, debemos analizarlo y aprender de los errores. No todos los profesores son tan censuradores como algún prototipo del documental, ni tampoco se puede imponer la libertad de ideas por encima del respeto, en mi opinión todo el mundo TIENE que decir lo que piensa, pero con la suficiente inteligencia y respeto como para ganarse él mismo el respeto de los demás.
En definitiva, para conseguir una educación justa, igualitaria, libre y formativa debemos cambiar primero nosotros, ya con eso, tenemos la mitad del camino recorrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario